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15 de abril de 2015

COMO ANCLAR EL KAYAK

Diferentes clases de anclas - Tipos de boyas

En la actualidad estamos viviendo el auge y expansión de diversas técnicas de pesca como el jigging, el jig-casting, el spinning y el curricán por mencionar algunas de ellas, pero una de las técnicas más antiguas y utilizadas desde embarcación es la pesca fondeada. Realmente parece la técnica de pesca más sencilla; una caña o una línea de mano, un anzuelo, el cebo y a esperar que se produzca la picada. Pero el porqué las capturas las consigue siempre el mismo, tiene sus secretos, y en esta serie de artículos vamos a desvelar algunos de ellos…

Para la gran mayoría fondearse con un kayak se resume en echar un ancla, y una vez alcanzado el fondo anudar el cabo al kayak, y ya está. Pero, en realidad, nos hemos desplazado de la marca, el ancla no acaba de enganchar y estamos derivando. Un cúmulo de circunstancias que al final dan al traste con el día de pesca que habíamos programado. De ahí que haya resaltado la importancia de un correcto fondeo.
En general la técnica para un correcto fondeo, teniendo en cuenta la profundidad a la que vamos a pescar – y que en nuestras últimas salidas ha promediado unos 25 metros – se basa en soltar el ancla que vamos a utilizar a una distancia que nos permita al final ubicarnos sobre la marca. Para ello habrá que tener en cuenta la deriva existente, y soltar algo más de los 25 metros mencionados del cabo que unirá el ancla y la boya.
Pero aquí precisamente nos surgirá la primera duda, ¿qué ancla voy a utilizar?

EL ANCLA

En realidad existen multitud de diseños de anclas, y esto es debido a que la teoría nos dice que deberíamos tener un ancla en función del tipo de fondo en el que vamos a fondearnos.
Sin embargo, y teniendo en cuenta la limitada capacidad de carga que normalmente tenemos a bordo de nuestro kayak, nuestra experiencia nos ha llevado a decantarnos por un ancla galvanizada tipo paraguas plegable – como las que fabrica Plastimo – con un peso que puede oscilar entre los 750 gramos y 1500 gramos las de palas redondeadas, siendo éste último el que nos ha ofrecido mayores garantías de fondeo en cualquier circunstancia. Aprovecharemos este tipo de ancla para definir de forma gráfica todas y cada una de sus partes.



EL CABO DE FONDEO

Bien, ya tenemos nuestra ancla, ahora sólo queda definir la longitud de cabo que debemos largar en función de la profundidad en la que vamos a pescar, y si es recomendable, o no, el uso de un primer tramo de cadena. Veamos, la cadena en fondos arenosos, de fango o de algas nos ayudará a mantener el ancla paralelo al fondo y, de esta forma, poder clavar sus uñas y llevar a cabo su trabajo. Con un tramo aproximado de un metro a metro y medio será más que suficiente, y si es inoxidable, a pesar de su precio, mejor.
En cuanto a la longitud del cabo, no vamos a desarrollar una demostración físico/matemática para determinarla, sin embargo, podemos de forma general, y teniendo en cuenta el liviano peso de nuestra embarcación, aconsejar lo siguiente, siendo p la profundidad y lc la longitud del cabo:

Es cierto que de inicio pueda parecer poca longitud si comparamos lo aconsejado con lo requerido para embarcaciones propiamente dichas, pero hay que tener en cuenta la diferencia de peso entre estas embarcaciones y nuestro kayak. Nuestra propia experiencia nos ha llevado a estos resultados.
En cuanto al tipo de cabo el mejor es el de poliamida, más conocido como nylon, debido a su resistencia a la rotura y a la abrasión, y que posee una gran elasticidad (se estira de 18 a 25 %), sirviendo así de amortiguador. Aunque también existen otros materiales, como por ejemplo el poliéster, de resistencia muy parecida a la del nylon, pero muy poco flexible; o el polipropileno, muy poco utilizado en náutica pero que tiene utilidades concretas al ser flotante, por lo que suele utilizarse durante acciones de rescate (el cabo con el que unimos nuestros kayaks al fondearnos con un solo ancla es de este tipo, y el que une el kayak a la boya rápida también). Hay otro material denominado Aramida, más conocido por kevlar, es uno de los plásticos más resistentes, pero su precio es aún muy alto y, además, es sensible a la radiación solar.
Finalmente, para aquellos que se lo puedan permitir y que quieran prescindir del tramo de cadena inoxidable, existe un cabo de fondeo de poliéster aplomado que Plastimo aconseja para el uso de anclas ligeras, tal y como es nuestro caso. Tiene un diámetro de 8 mm, un peso de 120 gramos por metro y una resistencia a la rotura de 930 kg. Pero, como ya he dicho, resulta bastante caro y sólo necesitaríamos un tramo no superior a 3 metros para nuestros fondeos, y además resulta difícil de conseguir.
El diámetro del cabo aconsejable debe estar entre 4 y 6 mm, suficiente para nuestra embarcación, ofreciendo una mínima resistencia a la corriente y una cómoda recogida en nuestra boya.



 LA BOYA DE FONDEO

La primera vez que observé con detenimiento la operación de fondeo que llevaba a cabo el Maestro Boina, utilizaba como boya una hinchable de pesca submarina, y el cabo de fondeo lo llevaba recogido en un plegador. Todo esto, demoraba en demasía el fondeo en sí, y tenía que volver a reubicarse para poder estar de nuevo sobre su marca. Entonces le sugerí el uso de una boya rápida que los pescasub utilizan para marcar sus piedras de forma rápida y exacta. El hecho de utilizar boyas rápidas nos ayuda a no desplazarnos excesivamente de la posición y evita reajustes innecesarios con el ancla a media agua.

UNION DEL KAYAK A LA BOYA

Una vez comprobado el buen enganche del áncora con el fondo, procederemos a unir el kayak con la boya. Para ello utilizaremos un cabo, si es flotante mejor, de una longitud aproximada de 5 metros. En el caso de estar fondeado en solitario nuestra operación de fondeo habrá terminado, pero es de vital importancia tener preparado el kayak de tal manera que el enganche con el cabo flotante que nos une a la boya quede situado a proa, o a popa, de nuestra embarcación. De esta forma quedaremos siempre situados de forma perpendicular a la acción del mar de fondo existente o las posibles olas que el viento pudiera añadir al mismo, evitando el temido vuelco en estas condiciones.

RECOGIDA DEL ANCLA

Al terminar la jornada de pesca, o bien si la marca no ha dado los frutos deseados, habrá que realizar la operación inversa. Hay que desfondear. En este caso, si estamos fondeados dos kayaks con la misma boya, el segundo kayak se acercará por la proa al primero, y se liberará de éste mediante la suelta del enganche rápido de proa, recogiendo el cabo de forma segura que sigue atado a la proa del segundo. Este segundo kayak será el que, una vez liberado del primero, se acerque a la boya para soltarlo y finalmente recuperará el ancla del fondo. En el caso de que sólo esté fondeado un kayak, recuperará – mediante el sistema cabo polea instalado en uno de los lados del kayak – la línea que lo une a la boya, para después poder alzar el rejón hasta su embarcación.
Es muy posible que en estos momentos el ancla esté bien enganchada al fondo y resulte prácticamente imposible recuperarla. Bien, para ello podemos utilizar lo que llamamos el seguro del ancla, más conocido como falsete. Consiste en unir el cabo de fondeo, o la cadena en caso de utilizarla, con el arganeo secundario del ancla mediante una brida plástica, de forma que al tirar con fuerza se rompa y lleve la tensión del cabo directamente al arganeo principal, volteando nuestra ancla. 


 Nota: es muy conveniente comprobar el tipo de brida que vamos a utilizar. Debe ser lo suficientemente fina para poder romperla al tirar. En caso de que

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